La competitividad empresarial siempre ha estado muy desligada de la investigación básica y aplicada, ya que muchos de los proyectos son netamente académicos y no se contextualizan en desarrollos tecnológicos productivos reales. Esto genera un problema en las propuestas de innovación y competitividad comercial en diferentes empresas de los sectores públicos y privados.

Por lo que generar espacios donde se puedan concertar nuevas ideas, se transfiera conocimiento y se desarrollen vínculos colaborativos entre diferentes actores de los sectores académicos, gubernamental y productivos logren hacer sinergía fortaleciendo los procesos de producción, empresariales y con fines tecnológicos.